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Plaza del Grano en León: Historia, Turismo y Encanto de una Plaza Medieval

9 de junio de 2024
Plaza del grano León

La Plaza del Grano de León, con su pavimento empedrado original, la fuente barroca en el centro y la iglesia románica de Santa María del Camino al fondo. Este rincón transporta al visitante a la época medieval.

Si planeas una visita a la ciudad de León, la Plaza del Grano es un lugar que no puede faltar en tu itinerario.

Se trata de una plaza histórica en León cargada de encanto medieval, conocida por muchos como la plaza más bonita de la ciudad .

(según el Diario de León).

Ubicada en pleno casco antiguo – a los pies del antiguo barrio de San Martín y detrás de la Iglesia de Nuestra Señora del Mercado – esta plaza empedrada ofrece un viaje en el tiempo.

Sus cantos rodados irregulares, su fuente centenaria y el marco de edificaciones tradicionales la convierten en un escenario pintoresco donde historia y tradición se dan la mano.

Historia y patrimonio de la Plaza del Grano en León

La Plaza del Grano – oficialmente llamada Plaza de Santa María del Camino – tiene sus orígenes en la Edad Media.

Su nombre popular proviene del mercado de granos que se celebraba aquí desde al menos el siglo XII, cuando León era un importante enclave en las rutas comerciales y en el Camino de Santiago. Durante la época medieval, este espacio abierto servía como punto de encuentro para mercaderes y agricultores que venían a intercambiar trigo, cebada y otros productos del campo.

De hecho, antiguamente en esta plaza no solo se vendía grano, sino también pan y otros víveres, siendo una auténtica plaza de mercado que abastecía tanto a los habitantes de la ciudad como a los peregrinos que seguían la ruta jacobea. Esta actividad comercial dejó una huella imborrable en el nombre y la identidad del lugar.

Con el paso de los siglos, la Plaza del Grano fue evolucionando en simbiosis con la ciudad. Se cree que donde hoy está la plaza del Grano había, anteriormente, una laguna o terreno anegado, que hubo de desecarse para construir la plaza y cubrirla con su característico empedrado de cantos rodados

. Su origen es medieval, pudiéndola ubicar en el tiempo entre finales del siglo XV y principios del XVI, cuando la plaza tomó forma definitiva como espacio público adoquinado. A su alrededor surgieron edificios civiles y religiosos que enriquecieron su patrimonio: posadas para viajeros, casas con soportales (muchas de ellas porticadas en sus inicios) y dos iglesias notables que han perdurado hasta la actualidad.

Una de esas iglesias es la Iglesia de Nuestra Señora del Mercado, también conocida como Santa María del Camino, que se alza en un lateral de la plaza. Este templo, cuya construcción original data del siglo XI, es uno de los más antiguos de León en estilo románico.

Su ábside románico da directamente a la Plaza del Grano, aportando un telón de fondo histórico de gran valor arquitectónico. Con el tiempo, la iglesia ha ido incorporando elementos góticos, renacentistas y barrocos, reflejando las distintas épocas que ha atravesado la ciudad.

El 28 de septiembre de 1973 fue declarada Monumento Histórico-Artístico de carácter nacional, muestra del reconocimiento a su importancia patrimonial.

La devoción a la Virgen en este barrio también fue notable: la imagen de la Virgen del Mercado, cariñosamente llamada “la Morenica del Mercado” por los leoneses, ha sido venerada aquí durante siglos, y según la tradición incluso se apareció milagrosamente en la plaza un 9 de febrero (hecho que conmemora la cruz de piedra situada en el lugar exacto de la supuesta aparición).

El empedrado medieval de la plaza es uno de sus elementos patrimoniales más singulares. El suelo está cubierto de pequeños cantos rodados irregulares, al estilo rústico de antaño, y ha logrado mantenerse hasta nuestros días.

Este pavimento empedrado confiere al entorno un aire auténtico que transporta al visitante a épocas pasadas. Cabe destacar que su conservación ha sido objeto de esmero: recientemente se llevaron a cabo obras de restauración para reponer las piedras y estabilizar el terreno, todo ello respetando la técnica tradicional (sin recurrir a cimentaciones modernas que alterasen su aspecto original).

Gracias a la implicación de vecinos y defensores del patrimonio, la Plaza del Grano conserva hoy ese suelo original de guijarros sobre tierra, símbolo de la herencia histórica leonesa.

Detalle de la fuente barroca del siglo XVIII en la Plaza del Grano, con los niños de piedra y las máscaras de león por donde mana el agua. La Fuente del Grano, inaugurada en 1769, está cargada de simbolismo local y representa la confluencia de los dos ríos de la ciudad – el Bernesga y el Torío – mediante una curiosa escultura: sobre un pedestal cuadrado se alza una columna con base ática y capitel adornado de hojas de acanto, rematada en lo alto por dos escudos de la ciudad.

Abrazados a la columna se encuentran dos niños de piedra de gran tamaño, que bajo sus brazos cruzados a la espalda sostienen una máscara de león por la que el agua vierte hacia una pila. El agua a su vez se distribuye desde esa taza hacia dos conchas laterales, completando un diseño barroco lleno de detalles. Junto a esta escultura se levanta una cruz de piedra sobre base cuadrangular. Esta cruz, además de su connotación religiosa (los cofrades de Santa María “in sábato” cantaban aquí la Salve Regina en honor a la Virgen), cumplía antiguamente la función de rollo de justicia o picota de la ciudad.

Su presencia indica el lugar donde, según la leyenda, se produjo la aparición de la Virgen mencionada anteriormente. Este tipo de crucero era común en las plazas castellanas como símbolo de jurisdicción; en León, la de la Plaza del Grano adquiere un matiz legendario y devocional muy arraigado en la memoria popular.

A lo largo de su historia, la Plaza del Grano ha sido escenario de eventos pintorescos. Por ejemplo, en el año 1663 actuó excepcionalmente como plaza de toros: se celebró una corrida en agradecimiento porque la Virgen había traído la lluvia tras un periodo de sequía.

Este acontecimiento refleja cómo la plaza servía también como espacio festivo en ocasiones especiales, adaptándose a las tradiciones de cada época. Asimismo, era en este lugar donde, siglos atrás, se proclamaban las ordenanzas municipales relativas a pesos y medidas, caza y pesca, oficios artesanos (zapateros, curtidores, etc.), dando a conocer al pueblo las normas de la ciudad.

Todos estos usos históricos – mercado, justicia, celebraciones religiosas y civiles – han dotado a la Plaza del Grano de un patrimonio inmaterial único, que complementa su indudable valor monumental.

En resumen, la Plaza del Grano de León atesora siglos de historia en sus piedras. Es un rincón donde el patrimonio leonés se exhibe a cielo abierto: desde la arquitectura románica de la iglesia y el urbanismo medieval del empedrado, hasta las leyendas y costumbres que se han transmitido de generación en generación. No es casualidad que el Ayuntamiento de León la describa como “una de las plazas más originales y bonitas del antiguo León.

Pasear por ella es sumergirse en la historia viva de la ciudad, un viaje que invita a imaginar mercados bulliciosos, peregrinos descansando junto a la fuente y melodías de antaño resonando bajo los soportales.

¿Qué ver y hacer en la Plaza del Grano? Actividades y recomendaciones turísticas

Visitar la Plaza del Grano es una oportunidad para sumergirse en la vida y el ambiente de León histórico. A continuación, enumeramos algunas recomendaciones turísticas y actividades que se pueden realizar tanto en la plaza como en sus alrededores:

  • Contemplar la arquitectura y el entorno: Dedica unos minutos a recorrer la plaza despacio, fijándote en cada detalle. Podrás admirar la fachada románica de la Iglesia de Santa María del Camino, la cruz de piedra con sus inscripciones y el conjunto armonioso de casas tradicionales (algunas con soportales). La plaza, al ser peatonal y tranquila, invita a sentarse en un banco o en el borde de la fuente para simplemente observar la vida local y disfrutar de la atmósfera medieval.
  • Visitar la iglesia de Santa María del Camino: Si encuentras abierta la iglesia (a veces lo está en horario de culto u ocasiones especiales), no dudes en entrar. Este templo del siglo XI ofrece en su interior retablos y piezas de arte sacro que reflejan siglos de devoción. Incluso si está cerrada, vale la pena rodearla por el exterior para ver sus ábsides románicos y comprender por qué fue declarada Monumento Nacional en 1973. La historia y el arte religioso forman parte del patrimonio vivo de la plaza.
  • Fotografía y momentos inolvidables: La Plaza del Grano es extremadamente fotogénica. Los amantes de la fotografía encontrarán numerosos encuadres atractivos: las texturas del empedrado bajo tus pies, el contraste de la piedra dorada de la iglesia contra el cielo azul, o la estampa de la fuente con las casas antiguas de fondo. Al atardecer, la luz cálida realza el carácter nostálgico del lugar; y por la noche, una tenue iluminación la convierte en uno de los rincones más románticos de León – como suele destacar la oficina de turismo local en sus redes sociales. No olvides inmortalizar tu visita con algunas fotos, será un recuerdo único de tu paso por esta plaza histórica en León.
  • Tomar algo en las terrazas de la plaza: Nada mejor que hacer una pausa y disfrutar de la gastronomía local directamente en este entorno único. En la misma Plaza del Grano hay varios establecimientos (bares y tabernas) que montan terrazas al aire libre cuando el tiempo acompaña. Sentarse a tomar un café por la tarde o un vino Prieto Picudo (variedad típica de León) acompañado de una tapa es una delicia. Te permitirá saborear la esencia de León: aquí las tapas suelen servirse gratis con la bebida, siguiendo la tradición leonesa del tapeo. Disfrutar de una tarde de terraza en el empedrado, bajo la sombra de los árboles y con vistas a la fuente, es una experiencia muy recomendable.
  • Explorar las calles del Barrio Húmedo: La Plaza del Grano se encuentra en la zona sur del célebre de León, conocido por su ambiente animado, sus tabernas históricas y su rica oferta de tapas. Desde la plaza puedes internarte por callejuelas como la Calle de las Carbajalas, la Calle de Juan II o la Calle de los Herreros, que desembocan en otras plazas cercanas (por ejemplo, la Plaza Mayor queda a tan solo 200 metros). Un paseo por el Barrio Húmedo te permitirá descubrir otros rincones con encanto, iglesias y comercios tradicionales. Además, estarás en pleno centro turístico: a escasos 5 minutos a pie hacia el norte se llega a la Catedral de León y a la Basílica de San Isidoro, de modo que la Plaza del Grano puede ser un punto de partida o etapa intermedia dentro de tu ruta por la ciudad.
  • Relajarse y disfrutar del ambiente: A diferencia de otras plazas más concurridas, la Plaza del Grano suele mantener un aire apacible, sobre todo por las mañanas o en días laborables. Es común ver a vecinos paseando con calma, niños jugando sobre las piedras (¡de hecho, los pequeños disfrutan del irregular “suelo de canto” como si fuera un terreno de juego!) y peregrinos del Camino de Santiago descansando un rato con sus mochilas a un lado. Forma parte de la experiencia simplemente el estar en la plaza, respirando su historia. Puedes aprovechar para leer una guía, escribir postales, o degustar algún dulce típico que hayas comprado en los alrededores (¿quizá unos amarguillos o hojaldres de las monjas concepcionistas del convento próximo?). En definitiva, la plaza brinda un remanso de tranquilidad en medio del ajetreo turístico, ideal para cargar energías antes de continuar explorando León.

¿Dónde comer en la Plaza del Grano? Bares, restaurantes y platos típicos

La zona de la Plaza del Grano es ideal para degustar la gastronomía leonesa. Al estar en pleno casco antiguo y junto al Barrio Húmedo, abundan los bares y tabernas donde tapear, así como restaurantes para una comida más relajada. A continuación, te recomendamos algunos de los mejores sitios donde comer o tomar algo cerca de la Plaza del Grano, incluyendo menciones de platos típicos de León que podrás probar:

  • El Grifo (Vinos Grifo Vinoteca): Un clásico ubicado en la misma plaza, famoso por su excelente selección de vinos y sus tostas. Este bar de ambiente tradicional es el lugar perfecto para probar un vino de la tierra (por ejemplo, un Prieto Picudo o un vino del Bierzo) acompañado de una tosta de cecina de León, queso de oveja o embutidos locales. Con su terraza sobre el empedrado y vistas a la plaza, El Grifo ofrece una experiencia auténtica. Es un bar muy popular entre los leoneses para ir de vinos y tapas, por lo que forma parte esencial de cualquier ruta gastronómica por el barrio antiguo.
  • Taberna La Piconera: Situada en un rinconcito de la plaza, esta taberna con mucho encanto es otra parada obligada. De estilo rústico y ambiente acogedor, La Piconera sirve tapas tradicionales y raciones caseras. Su morcilla frita de León es muy apreciada, al igual que las mollejas guisadas y los guisos del día. Cuenta con una pequeña zona de comedor interior y una terraza exterior ideal para los días soleados, donde los clientes disfrutan del “solecito” de la plaza con una caña y su tapa. Los precios son asequibles y la experiencia muy local, perfecta para quien quiera comer como un leonés más.
  • Restaurante La Única: Ubicado en un edificio histórico de la plaza, La Única es un establecimiento relativamente nuevo que combina bar de tapas en la planta baja y restaurante en la planta superior. En la zona de bar podrás pedir vinos, vermús y tapas creativas, mientras que en el comedor de arriba ofrecen una carta más elaborada de cocina leonesa actualizada. Destacan platos típicos reinventados con un toque moderno, siempre con productos de proximidad. Por ejemplo, puedes encontrar croquetas cremosas de cecina, pulpo a la brasa sobre crema de patata, o carrilleras de ternera al Prieto Picudo. La Única se ha ganado buenas críticas por su calidad y por aportar un aire renovado a la oferta gastronómica del entorno.
  • Áurea Taberna: Para una experiencia gastronómica de tradición y vanguardia, Áurea Taberna es la elección. Situada junto a la plaza, esta taberna-restaurante abrió en 2019 y propone una cocina leonesa con toques modernos y de autor. En su carta conviven los sabores de siempre – como la cecina de León I.G.P., la lengua curada o la morcilla de León – con creaciones más innovadoras. Tienen desde tablas de embutidos y quesos artesanales, hasta platos como huevos al horno con morcilla, revuelto de queso viejo y piñones, o versiones gourmet de recetas locales. Áurea cuenta con una cuidada selección de vinos y un ambiente elegante pero informal. Es una excelente opción para una cena especial donde degustar lo mejor de León en clave contemporánea.
  • Restaurante Pax (Hospedería Pax, antiguo Restaurante de las Carbajalas): Justo al lado de la Plaza del Grano se encuentra el Convento de las Carbajalas, que alberga una hospedería y su restaurante abierto al público. Este comedor, conocido tradicionalmente como Restaurante de las Carbajalas, ofrece cocina leonesa casera en un entorno único (dentro de un convento con siglos de historia). Su especialidad son los platos tradicionales: asados como el cochinillo y el lechazo al horno, guisos de carne, y una variedad de arroces. De hecho, es también arrocería, famosa por sus paellas y arroz con bogavante. Al mediodía suelen tener un menú del día a buen precio, ideal para probar un primer plato y un segundo de la gastronomía local (sopa, legumbres, carnes de la tierra, etc.). La experiencia de comer en el Restaurante Pax es especial: se combina la tranquilidad del claustro con sabores de antaño servidos con esmero por un equipo muy cercano.

Otros locales: Además de los mencionados, en la Plaza del Grano y sus cercanías encontrarás más opciones, desde cafeterías para desayunar hasta propuestas internacionales. Por ejemplo, la Pinsería La Popina (inaugurada en 2021) trajo a la plaza el concepto de la pinsa romana – una especie de pizza de masa artesanal – ofreciendo una alternativa diferente para cenar. También hay bares como La Bodega del Húmedo o Casa Benito a pocos minutos, donde seguir la ruta de tapas típica. No olvides que en León es costumbre que con cada consumición se sirva una tapa gratuita: aprovecha para probar sabores como la empanada, los tigres (mejillones rellenos y rebozados) o la sopa de trucha leonesa si los ves en la oferta. ¡Buen provecho!

Eventos y vida cultural en la Plaza del Grano

A pesar de su apariencia tranquila, la Plaza del Grano forma parte activa de las tradiciones leonesas y en ella (o en sus inmediaciones) tienen lugar diversos eventos culturales a lo largo del año. Algunos de los festivales, ferias y actividades populares más destacados relacionados con este entorno son:

  • Es una de las celebraciones más singulares de León, con raíces en la leyenda medieval del tributo de las cien doncellas. Cada año (generalmente a finales de septiembre o inicios de octubre) se escenifica el denominado Foro u Oferta, un acto civil-religioso en el que se rememora la liberación de aquel legendario tributo tras la batalla de Clavijo. Grupos de jóvenes leonesas ataviadas con trajes tradicionales bailan y cantan en honor a la Virgen, mientras autoridades municipales y eclesiásticas participan en un curioso debate lleno de simbolismo y humor. Aunque el escenario principal de las Cantaderas es la Catedral de León, su espíritu impregna todo el casco antiguo. Dado que la Virgen homenajeada es Santa María la Blanca (patrona de la Catedral) y la plaza que nos ocupa lleva el nombre de Santa María del Camino, muchos leoneses vinculan esta tradición con la histórica devoción mariana del barrio. Si visitas León en esas fechas, disfrutarás de una ciudad engalanada y de un ambiente festivo único que evoca tiempos pasados.
  • A inicios de octubre (entorno al día 5, festividad de San Froilán) la ciudad celebra sus fiestas más entrañables y tradicionales. Durante las Fiestas de San Froilán, León recupera sus costumbres ancestrales: desfiles de pendones multicolores (grandes estandartes medievales llevados por los pueblos de la provincia), comitivas de carros engalanados con personajes ataviados a la usanza antigua, bailes regionales, música folk y degustaciones de productos típicos llenan las calles. En la Plaza del Grano en particular suele instalarse un mercado medieval durante esos días, con puestos de artesanía, demostraciones de oficios antiguos, juglares y pasacalles que devuelven a la plaza su esencia de mercado histórico. Es un momento ideal para conocer León, ya que toda la zona histórica bulle de vida cultural y folclore (estas fiestas han sido consideradas de Interés Turístico). No es raro encontrar en la plaza alguna actuación de grupos de danza tradicional o conciertos de música al aire libre integrados en la programación festiva.
  • Semana Santa Leonesa: La Semana Santa en León es famosa internacionalmente por la solemne belleza de sus procesiones. Durante la Semana Santa (finales de marzo o abril), el casco antiguo se llena de cofrades con túnicas, pasos escultóricos y música de cornetas y tambores que recorren las calles empedradas. En el caso de la Plaza del Grano, varias procesiones pasan muy cerca o incluso bordean sus esquinas, dado que el itinerario de algunas cofradías transcurre por el Barrio Húmedo. Ver avanzar un paso junto a la iglesia del Mercado, iluminado por velas en la penumbra de la noche, es una estampa sobrecogedora. La acústica de la plaza realza el sonido de las marchas procesionales que se escuchan a lo lejos. Incluso cuando no hay un desfile pasando directamente, muchos visitantes se congregan en este entorno para esperar el paso de las procesiones cercanas, aprovechando el amplio espacio que ofrece la plaza. La Semana Santa aporta un matiz de recogimiento y tradición religiosa muy especial a la vida cultural de la Plaza del Grano.
  • Noche de San Juan: Entre las pequeñas tradiciones locales vinculadas a la plaza, destaca una costumbre popular relacionada con la festividad de San Juan (24 de junio). Cuenta la leyenda que las mujeres que barren la plaza al amanecer del día de San Juan tendrán un año lleno de buena fortuna. Esta pintoresca creencia aún perdura en el folclore leonés; si bien ya no es habitual ver vecinas barriendo a esas horas, la anécdota forma parte del acervo cultural del barrio. La noche de San Juan en León se celebra con hogueras y verbenas en distintos puntos de la ciudad, y aunque la Plaza del Grano no es escenario principal de esas hogueras (que suelen ubicarse en otras plazas mayores), su atmósfera mágica encaja perfectamente con el sentido ritual de la fecha. No sería difícil imaginar a las brujas barriendo simbólicamente el antiguo empedrado para ahuyentar los malos espíritus y atraer la buena suerte.
  • Otras actividades culturales: A lo largo del año, la Plaza del Grano también acoge eventualmente eventos artísticos y sociales. Gracias a su entorno escénico, ha sido marco de mercados artesanales, exposiciones de arte al aire libre e incluso conciertos de pequeño formato. Por ejemplo, durante ciertas ediciones de festivales como León Vive la Calle o León Street Music, se han programado actuaciones en vivo en esta plaza, aprovechando su acústica natural y su ambiente íntimo. Asimismo, en fiestas navideñas la plaza aparece decorada con iluminación especial, y aunque la mayor parte de actos de Navidad se concentran en otros escenarios, el simple hecho de pasear por el empedrado con las luces navideñas crea una estampa entrañable. En definitiva, la Plaza del Grano participa de la vida cultural de León sirviendo de escenario espontáneo para la expresión artística y las celebraciones populares, siempre sin perder su esencia tranquila y tradicional.

Plaza del Grano: un tesoro leonés que no te puedes perder

En el panorama del turismo en León, la Plaza del Grano brilla con luz propia como un lugar donde se conjugan historia, tradición y encanto. Esta plaza histórica ha sobrevivido al paso del tiempo conservando su esencia medieval, y ofrece a los viajeros una experiencia auténtica y distinta a la de otros destinos más modernos. Su belleza sencilla – de cantos rodados, fuentes y viejas leyendas – deja huella en quien la visita.

Por todo ello, la Plaza del Grano es un imprescindible en cualquier recorrido por León. Tanto si eres un aficionado al patrimonio, un amante de la fotografía, un entusiasta de la gastronomía local o simplemente un viajero que busca rincones con alma, aquí encontrarás un pedacito de la auténtica León. Pasear por esta plaza es revivir siglos de historia en unos pocos metros cuadrados, es saborear un vino con tapa mientras te rodea la arquitectura de antaño, es sentir la cultura leonesa palpitando bajo tus pies empedrados.

En definitiva, la Plaza del Grano en León no solo te contará historias del pasado, sino que te hará crear tus propios recuerdos. No dudes en incluir este tesoro leonés en tu próxima visita: te aseguramos que la mezcla de su atmósfera nostálgica y su viva tradición te conquistará, y entenderás por qué sigue siendo uno de los lugares más queridos tanto por los locales como por los viajeros de todo el mundo.